
¡ Corría aquel caballo como si hubiera visto un fantasma ¡
Nada le había dado resultado para detenerlo, se aferró todo lo que pudo a su cuello procurando no caer.de pronto este frenó en seco , se paró en las dos patas delanteras y sacudió su cabeza con fuerza, casi pegado al tronco añoso de uno de los árboles de aquel bosque.
No sabía si bajar o quedarse allí esperando ver que hacía el animal.
estaba en esto, pensando , cuando sintió unos silbidos y el caballo echó a correr de nuevo, bosque adentro.
Le llegó el aire perfumado a pinos y eucaliptus. De pronto otro silbido y el caballo inició un trote suave por entre los arboles hasta llegar a la puerta de la enorme casona.
En la puerta , había un hombre de rostro curtido y cejas espesas, bajó los escalones fué hacia el caballo le tomó por las riendas y lo encaminó hacia las pesebreras, se movió inquieta, pensó que aquella viga le cortaría la cabeza al pasar
-Señor déjeme bajar- dijo , pero sus palabras se las llevó el viento. El no escuchó.
-Quiero bajarme - volvió a repetir , pero no hubo respuesta.
De pronto sintió que él no la veía, pero lo escuchó decir
- No entiendo porqué te has ido tan lejos, llevo varios días llámandote , vienes sucio y transpirado - obviamente no se refería a ella.
Pero su voz la hizo temblar. ella conocía esa casona, a sus dueños, pero le pareció que había pasado mucho tiempo sin volver allí. Y ahora este hombre parecía no verla.
El caballo se agachó a beber y aprovechó de saltar de su montura , se acercó al hombre que ya quitaba la silla y le tocó el hombro... pero este no se volvió .
- ¿Ud. no se acuerdade mi ? insistió, pero no hubo respuesta.
Salió el hombre de las caballerizas y lo siguió corriendo, entonces el se volvió
y la mujer que lo esperaba a la entrada de la casona dijo
- Viejo ¿ que pasa otra vez con Clavo ?
-Lo mismo de siempre -dijo este - viene muy sofocado y ha corrido mucho, pensé que lo había perdido.
-Algún día se irá para siempre, él también tiene que morir- dijo la mujer y por su cara rodaron las lagrimas.
Se acercó , estiró sus manos para abrazarla, pero no hubo asomo de que la mujer sintiera sus manos, esta solo dijo
-¿ no sé porqué en pleno verano siento tanto frío?
Con tristeza caminó hacia donde había quedado Clavo, se sentó sobre las vigas de su corral y este caminó hacia ella lentamente ofreciéndole su cabeza para que lo acariciara.
Ahora el sabía quién estaba allí, la podía ver.Pero cuando la tenía sobre su lomo
sentía que el hielo traspasaba su gruesa piel y solo quería correr , nunca sabía si, el momento en que ella lo buscaría para dar un paseo.
!Si el pudiera hablar¡