Elemento Vital

Mirando unas fotografías del presente, vinieron a mi mente recuerdos del pasado, y de un pasado muy lejano.

El agua siempre fue para mi motivo de fascinación, aún hoy que resultaría ridiculo ejecutar acciones del pasado, como mojarme con ropa en el verano mientras quemaba el sol con 34 grados a la sombra.

Pero ... lo disfrutaría a concho, como decimos por estos lados

Recuerdo veranos en que con mis hermanos , eramos tres en total, a la hora en que mas quemaba el sol, y nuestra madre estaba mas ocupada, nos ibamos al patio de la casa y entre las matas de maíz y porotos que teníamos sembrados , bajo pretexto de regar nos dabamos batallas de chorros de agua con una manguera que la botaba a borbotones.

Era un alivio a nuestro calor y no podíamos seguir haciendo silencio para que la mamá no nos oyera, entonces los gritos nos delataban y aparecía ella

¡¡ pobrecita !! ,entre que quería reirse y enojarse al mismo tiempo.

Ella sabía que estabamos disfrutando, y lo gozaba también, pero también el trabajo que vendría después.

Carreras...mi hermano pequeño con 7 años, corría tras de mi : " flaca viene mi papá, ayudame " , y la ayuda consistía en correr a mi vez a lavarle cara y manos y peinarlo para que el papá no se enterara que había estado excursionando los alrededores del barrio y para quitarle el olor a perro y a transpiración que emanaba de él. Porque siempre andaba con el perro tras suyo.

En aquel ajetreo yo ,obviamente, terminaba empapada porque a él le gustaba mover sus manos en el agua mientras yo lo ayudaba.

Emoción, ibamos el Domingo a subir a la Hostería, en pleno cerro cordillerano, había promesa de que si nos portabamos bién el papá nos llevaría a disfrutar de un día de piscina.

En ese tiempo era toda una aventura pues para ese sector no había transporte alguno,por lo que el papá contrataba un taxi que nos recogía a las 10 de la mañana y nos traía de regreso a las 6 de las tarde (18 hrs.)

10.30 ya estabamos en el agua, bajo la mirada atenta de nuestros padres, 13 horas ya había llamado a almorzar, los mozos esperaban nuestra llegada a la mesa para servir el almuerzo y ... no había forma de sacarnos del agua.

Comiamos en el agua, claro lo que podíamos, hasta que el papá nos levantaba una ceja y ahí... pues afuera , no había mas remedio.

Y ni que decir del tiempo que nos imponían antes de volver al agua.

Que la digestión, que el descanso, quela futura enfermedad...

Hoy los niños ni preguntan , se paran y salen disparados a bañarse.

Con mi hijo, fueron fiestas de agua la que se daba y me daba a mi, porque para cortar su cabello, era mucho mejor hacerlo en la tina , mientras él jugaba con sus monos acuaticos,pero era yo quién mas mojada salía.

Invierno, ver correr el agua como ríos por la calle, por supuesto que nosotros muy a salvo, mirabamos a través de la ventana como la lluvia daba bote en el pavimento y mojaba todo a su alrededor..

Luego en mis viajes de trabajo por el Sur de Chile, no puedo olvidar las tremendas lluvias que me caían encima y en un abrir y cerrar de ojos me dejaban completamente mojada, cero peinado, manos , paraguas, abrigo como para estrujar.Nunca ví llover tan fuerte como en Puerto Montt o Concepción, nunca, porque el viento es un malvado y la lluvia pega de lado, de arriba de abajo, no hay como cubrirse.

Hoy en día llueve y me amargo, porque pienso en aquellos que no tienen un lugar seguro para guarecerse, en los niños que viven en situación de calle, en los ancianos que viven de iguasl manera, en aquellos que viven en sectores que aun se inundan.

Ni siquiera puedo pensar que la lluvia limpiara nuestra atmosfera del smog, no sé que es peor, si ver tanta gente sufriendo o respirar mugre.

El mar, eso es la gloria para mi. Pararme a la orilla donde llegan las olas y dejarme mojar y jugar con ellas, es un placer de niño que no puedo combatir.

Mis recuerdos van hacia atrás y recuerdo mi imagen de niña muy despeinada por el viento, mis pies descalzos y un baldecito en una mano y en la otra una pequeña pala...para construir castillos con esa arena que el viento me volaba o que uno de mis hermanos pisaba con tentación de risa por la gracia que me estaba haciendo.

Como elemento vital, ha estado siempre ligada a mi vida y a mis recuerdos