En los campos ,lejos de toda influencia urbana aún hay acontecimientos que distinguen a su gente por la historia que arrastran tras de sí y es sorprendente para quienes hemos vivido de forma diferente conocer estos hechos.
Hace casi quince años, conocí en un viaje a una mujer con muy pocos años mas que yo, que me enseñó a través de su experiencia que la vida nos puede quitar muchas cosas, pero a cambio nos va dando de a poquito una dosis de felicidad .
Me instalé en el asiento del rincón junto a la ventana. Abroché mi cinturón de seguridad y sumergí la mirada al fondo del aeropuerto, allí donde creía ver a mi hijo pequeño y a mi esposo que me habían acompañado para hacer algo mas largo el fin de semana.
Nunca sentí miedo de volar, es más, estar allá arriba era para mi placentero, me daba una sensación de libertad que no sentía en tierra firme.
Escuché de pronto una voz que interrumpío mis pensamientos :
"le cambio su asiento Sra. si a Ud. no le molesta claro "
Me llamó la atención tal propuesta y así...hecha tan abiertamente, por lo general las personas no se atreven a hacer un planteamiento así en forma directa.
Era una buenamoza mujer, de cabellos negros, peinado hacia atrás en un nudo bajo la nuca, su piel morena, y unos ojos obscuros muy profundos, surcados de unas ojeras superficiales pero poblados de espesas pestañas.
Sus facciones eran finas y delicadas, solo su voz sonaba ronca y profunda.
En una de sus manos lucía dos argollas: era viuda
Le cambié el asiento con gusto, sentí que ella llevaba una tristeza como equipaje, al momento de despegar el avión bruscamente hacia arriba, ella hizo la señal de la Cruz y se incrustó en el asiento.
Una vez que el piloto dió la bienvenida a sus pasajeros ella se vió mas tranquila y quiso conversar.
Así lo hicimos durante el viaje que duró exactamente dos horas y media.
Ella , hija de un agricultor adinerado, se había enamorado del capataz apenas cumplidos 16 años.
Entre flores y chacras, entre ganado y peones , a la sombra de los álamos y alerces había nacido el primer amor de esta chica.
Pero él, ya tenía encima 32 años , de contextura fuerte y frente ancha, de hablar claro y pausado la había puesto a salvo del acoso de los peones de su padre sin que ella se enterara hasta que él con el correr del tiempo se lo hizo saber.
Cuando su padre se enteró de esta recién iniciada relación, pensó en hacer un buen matrimonio, a él le hacía falta un hijo hombre que se hiciera cargo de lo que a él tanto le había costado levantar, sabía que era trabajador y un hombre honrado. Estaba todo bién.
Si, hubo un acuerdo previo, habría matrimonio, pero después de que su hija hubiera terminado sus estudios .
Así se hizo, pasaron tres veranos y al cuarto hubieron preparativos de matrimonio, llegó el gran día y en medio del nerviosismo y de la ansiedad ella vivió su gran sueño, hasta que...después de una conversación que tuvieron los dos él decidió salir a celebrar la gran noticia, su mujer esperaba su primer hijo.
Y salió feliz... fué la última vez que lo despidió sintiendo el tintinear de sus espuelas.
Luego vino el dolor...
su esposo con unas copas demás en el cuerpo, regresando una noche de invierno
dejandose llevar por su fiel compañero tropezó y cayó del caballo golpeándose la parte baja de la nuca.
Nunca mas logró ponerse de pie, y solo tuvieron cuatro meses de vida como pareja.
Lo cuidó por años, 12 en total, murió su padre el mismo año, nacieron sus gemelos, y todas las vacas que estaban preñadas la premiaron con crias .
En este viaje de regreso a su casa, viene a celebrar a sus hijos que han egresado de la Educación Media para entrar a la educación superior con 17 años cada uno, pero ella se siente muy orgullosa además porque ha obtenido su titulo profesional como Ingeniero Agrónomo.
Yo solo la he escuchado contarme su historia, llena de admiración por su temple y fortaleza, pero aún así le pregunto ¿ de donde sacó Ud. tanta fuerza ?
Y ella dice - durante la enfermedad de mi esposo me convencí de que no podía depender de nadie, y en una oportunidad le conversé que me gustaría estudiar.
A lo que él me respondió - aún no te puedo ayudar, por favor espera ya falta poco.
En efecto, al poco tiempo él falleció, viví mi duelo muy sola, lejos de mis hijos y cuando creí estar lista fuí a su tumba y volví a insistir.
Esa noche en mis sueños él me dijo- ahora sí puedo ayudarte, anda prepárate que vendrán mejores tiempos para ti y nuestros hijos.
Dejé mi hogar, mis tierras, me convertí en una madre estudiante y hoy vengo a poner en práctica lo aprendido.
Debo responder a mi esposo, él ha estado conmigo siempre, he sentido su ayuda toda vez que me he sentido caer, volveré a levantar lo que mi padre y él lograron construir para mi.
Aterrizó el avión, nos despedimos y la ví salir rápida sin recoger equipaje.
Pero me pareció que la abrazaba alguién cuando bajó la escalinata del avión...
pendiente de no tropezar no fijé la vista en la otra persona pero ví claramente como dos manos la acunaban por los hombros.
Volví a mirar y ella marchaba sola hacia la salida...pero... no estaba sola.