martes, diciembre 05, 2006

Volé entre esas nubes


Hace muchos años tuve la oportunidad de volar entre nubes como estas.
No la busqué...se presentó y no supe como eludirla.

Si vuelas dentro de un avión, se sienten deseos de salir de él , jugar entre ellas, recostarse en esa blandura tentadora y limpiar con su blancura toda la suciedad que adquirimos a medida que vamos envejeciendo en el mundo.

Esa sensación muchos la practicarían si las puertas del avión se pudieran abrir a voluntad y los suicidios por este medio serían demasiado numerosos. Por lo atractivo que puede resultar.

Experimentar el vuelo entre nubes, pasar a través de ellas en busca de la luz que nos espera, sintiendolas dulces y suaves... es otra cosa.
Por cierto es más difícil, no es llegar y subir allí.
Hay que dejar el cuerpo en tierra , a la espera de volver a él.
Nadie nos asegura el regreso, tal vez hay brazos que nos esperan al final y no nos dejarán volver.

Cuando los brazos son tibios y pequeñitos son mucho mas fuertes , y si a esos brazos agregas un par de ojitos puros y tiernos que te dicen :-
quédate conmigo - tienes que regresar. No hay posibilidad de seguir jugando entre nubes y menos de querer llegar al final...

Por cierto...las nubes me cobijaron y blandamente me empujaron hasta el camino, una de ellas con forma de gran pájaro me recogió y entre sus alas recorrí el espacio hasta ese pequeño abrazo y los dulces ojitos de mi pequeño.

Sí...volé entre esas nubes

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